Un riesgo invisible para tu hogar
El gas radón es un enemigo invisible y mortal. Este gas radioactivo, presente en muchos hogares, es la segunda causa principal de cáncer de pulmón según la OMS. En Siber, ofrecemos soluciones efectivas para proteger tu vivienda y garantizar un aire limpio y saludable, cumpliendo con las normativas más exigentes.


¿Qué es el gas radón y como se genera?
El gas radón es un gas radioactivo que a simple vista no se puede detectar, ya que es incoloro e inodoro . Este gas se produce de forma natural en la corteza terrestre en terrenos graníticos por la descomposición del uranio natural . El uranio, al desintegrarse de manera natural, se transforma en radón , y este contaminante es capaz de llegar a nosotros hasta almacenarse en nuestro sistema respiratorio y producir radiación .
La presencia de trazas del elemento en la tierra produce concentraciones de radón en la mayoría de los suelos, que pueden ser expulsados a la atmósfera exterior y al interior de recintos cerrados . En el exterior no suele representar ningún problema, ya que se diluye fácilmente. El problema surge en los recintos cerrados , especialmente aquellos que están en contacto con el suelo como pueden ser sótanos y garajes .
El radón puede acumularse en viviendas desde el suelo, paredes, techos o tomas de agua, filtrándose a través de fisuras y aberturas , afectando la seguridad del hogar .
Riesgo para la salud
El gas radón es un enemigo invisible y peligroso , responsable de un 40% más de muertes que los accidentes de tráfico y la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, con aproximadamente 1.500 muertes anuales en España
Además, este gas radiactivo puede debilitar las estructuras, generando “edificios enfermos ” que afectan la salud y la habitabilidad de sus ocupantes.
Soluciones para su eliminación
La ventilación es clave para combatir la acumulación de gas radón en espacios cerrados. Un sistema de ventilación mecánica que extraiga el aire viciado e impulse aire nuevo filtrado es esencial para garantizar un ambiente saludable . Cumplir con las normativas del Código Técnico de la Edificación (CTE) en obra nueva es fundamental para minimizar el riesgo de contaminación por radón y garantizar la salubridad del edificio.

Renovación constante del aire en sótanos, forjados y soleras para expulsar el radón acumulado.

Instalación de membranas que bloquean la entrada del radón desde el suelo, combinadas con técnicas de despresurización en zonas de alta concentración.

Despresurización del subsuelo para reducir las concentraciones de radón bajo el hogar.

Separan el interior del suelo, reduciendo la concentración de radón mediante ventilación pasiva o mecánica, según el diseño y la estanqueidad del edificio.
Es crucial medir las concentraciones de radón en viviendas habitadas y no habitadas para garantizar la efectividad de las medidas aplicadas.

