
Mejorar el confort térmico en la llegada del verano

superadmin
April 19, 2019
Con la llegada de las buenas temperaturas hay un momento del año en que el confort en interiores en relación a la climatología se produce de manera casi natural. Nos referimos a esos meses de primavera en los que, sin hacer nada, el tiempo es muy satisfactorio tanto en exteriores como en casa. Sin embargo, el confort térmico pronto disminuye cuando suben los termómetros y llegamos al verano. ¿Cómo prepararnos para tener una mejor sensación de bienestar en interiores durante los meses más cálidos?
Ante todo, hemos de entender lo que significa el confort térmico. Este fenómeno mide nuestro bienestar y comodidad frente a un tipo de temperatura en concreto. Se trata de un concepto muy sencillo, si bien luego cuenta con diferentes matices. De manera concreta, el confort térmico es una sensación neutra de cualquier persona en relación a un ambiente térmico determinado. Así se explica de manera oficial en la norma ISO 7730, que define al confort térmico como "una condición mental en la que se expresa la satisfacción con el ambiente térmico".
En cualquier caso, al tratarse de una sensación personal se trata de un concepto muy relativo, ya que las mismas condiciones térmicas pueden ser favorables para una persona y desagradables para otra. Sin embargo, podemos tener en cuenta los siguientes aspectos generales para definir la confortabilidad térmica:
- La temperatura del aire. Se trata del valor principal, ya que de la temperatura depende mayoritariamente la sensación de calor o frío.
- La velocidad del aire. A mayor velocidad, más sensación de refrigeración. Por eso, los ventiladores pueden ayudar a mejorar la sensación térmica sin reducir la temperatura.
- La humedad relativa es un factor casi tan importante como la temperatura, debido a que una gran humedad hace que sudemos más y crea una mala sensación de confort, haciendo que una misma temperatura tenga una sensación mucho mayor.
- La actividad física que se esté desarrollando es clave. No es lo mismo estar en casa limpiando que descansando en el sofá. En exteriores aún es más claro, motivo por el que algunas personas tratan de caminar más despacio.
- La ropa que vistamos. Es importante tener en cuenta que dependerá de nuestro vestuario cómo afrontamos la entrada del calor. Diferentes tipos de fibras en los tejidos o un tipo de ropa en particular hará que sintamos más o menos confort.
- El metabolismo personal. Finalmente, hay personas que sienten más calor o menos, y todo ello depende exclusivamente de su metabolismo.
¿Cómo lograr el confort térmico adecuado en interiores?
Si bien el confort térmico tiene mucho de individual, no hay que obviar que existen unos baremos generales para poder determinar qué hogar está adaptado a una mayor comodidad climática. En líneas generales, podríamos estimar que unas condiciones climáticas concretas podrían suponer un buen valor de confort climático:- Una temperatura ambiental del aire que ronde entre los 18ºC y los 26 ºC.
- Una temperatura radiante media en la superficie de entre los 18ºC y los 26 ºC.
- Una velocidad del aire que se encuentre entre los 0 y los 2 m/s.
- Una humedad relativa que se encuentre entre el 40% y el 65 %.
Mediante un sistema de ventilación mecánico podemos eliminar el aire viciado y la humedad, para luego introducir aire limpio y filtrado, que puede refrigerarse mediante el by-pass de una unidad de recuperación de calor. Igualmente, el aislamiento térmico de un edificio también puede lograr que se proteja del calor y que el confort térmico aumente de manera gradual sin la necesidad de usar aparatos de aire acondicionado u otros sistemas de climatización tradicionales.

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